Por fin me toca contar algo, en primera persona, sobre la experiencia en Madeira. Yo me decidí por el ULTRA TRAIL 115, prueba reina de la MIUT 2013, que en esta edición sería Campeonato de Portugal de Ultra Trail.
Viendo el perfil de la "carrerita" y sus "números", 116 kilómetros y un desnivel positivo de 6.600 metros, ya acojonaba, pero eso fue poco con lo que me entró en el cuerpo cuando la organización publicó los tiempos de paso, durisimos para alguien del pelotón de los "lentos".
Pero lejos de huir, nos tiramos al barro y con concentración ( y miedo)...
...y sin perder el buen humor...
...nos pusimos al "asunto".
En esta ocasión había que cambiar la táctica de ir de menos a más. Tenía que salir a por todas aún a sabiendas que al final podría pagar el apretón inicial.
Poco a poco fuimos comiendonos kilómetros y desnivel rodeados de unos parajes únicos...
...en los que los escalones me rodeaban por todos lados, cuanto me acorde de quién me decía que entrenara escaleras y yo les respondía que no sería para tanto... No puedo decir cuantos fueron ( varios miles, seguro, y además de distintos tamaños y materiales), pero sí recomendar, al que esté dispuesto a currarse este carrerón en próximas ediciones, que haga un entrenamiento específico para que no se le hagan tan duras las secciones de este tipo.
Tras pasar los dos primeros cortes horarios, empecé a frenar, tanto por el desgaste acumulado como por el hecho de tener un buen margen sobre el tercer control.
Esto me llevó a poder disfrutar del maravilloso paisaje que me rodeaba y a empezar a ser consciente que en una prueba de esta dureza los 50 kilómetros que me restaban se podían convertir en un gran "muro" si no los gestionaba adecuadamente.
Durante todo el recorrido pude comprobar el magnífico trabajo desplegado por el Club de Montaña de Funchal, tanto a la señalización del mismo, con un despliegue de marcas increible, como al recorrido en sí, sabiendo compaginar la belleza del entorno con su dureza.
Y que hablar de los voluntarios, pues eso, que supieron animar en todo momento y estuvieron atentos a cualquier incidencia, de DIEZ.
Con una organización rallando la perfección y el entorno que podéis ver,
no podía hacer otra cosa que dar todo lo que tenía dentro para que mi
periplo por ultramar fuera todo lo feliz que deseaba.
En cuanto a mi "carrera" decir que salgo muy contento por haberme adaptado al cambio de estrategia. El hecho de salir algo "a lo loco" me llevó a la carrera natural que tanto tiempo andaba buscando. Desde el hecho de no dejar bolsa intermedia hasta el de pasar de algunos avituallamientos me han dado un "puntito" de alegría que ultimamente me andaba faltando cuando pensaba o hacía un ultratrail.
Por tanto no puedo más que recomendaros tirar para Madeira y embarcaros en esta gran aventura que para mi ha sido el UT 115. En ella encontraréis un gran recorrido, una gran dureza, una buena logística y lo más importante, una gran gente dispuesta a facilitar la "vida" al corredor.
Yo pude comprobar todo esto durante mis 27 horas, ya os he dicho el "pelotón" al que pertenezco, en los que tuve la enorme suerte de sentir que lo que estaba haciendo era simplemente PURA VIDA.
Ahora nos queda ir planteadonos otra meta, no vayamos a entrar en el temido horror al vacio...así que ha soñar toca.
Por el momento os dejo más imágenes.
AGRADECIMIETOS:
"Quién no sabe a donde quiere ir, necesariamente se extravía", pero yo nunca tuve ese problema, tenía claro que no hallaría la "felicidad" en el preciso momento de cruzar la meta, si no que la tenía que encontrar en cada etapa del camino. Y si pude lograr este objetivo fue gracias a la "gente" que me rodea, Por eso y por que me apetece un montón ahí van mis agradecimientos:
Pero lejos de huir, nos tiramos al barro y con concentración ( y miedo)...
En esta ocasión había que cambiar la táctica de ir de menos a más. Tenía que salir a por todas aún a sabiendas que al final podría pagar el apretón inicial.
Y que hablar de los voluntarios, pues eso, que supieron animar en todo momento y estuvieron atentos a cualquier incidencia, de DIEZ.
Y tanto que lo dí, que aquí nadie te regala nada, y cada paso que das te lo tienes que currar de lo lindo. Bueno, ni más ni menos que lo que andamos buscando.
Yo pude comprobar todo esto durante mis 27 horas, ya os he dicho el "pelotón" al que pertenezco, en los que tuve la enorme suerte de sentir que lo que estaba haciendo era simplemente PURA VIDA.
Por el momento os dejo más imágenes.
AGRADECIMIETOS:
"Quién no sabe a donde quiere ir, necesariamente se extravía", pero yo nunca tuve ese problema, tenía claro que no hallaría la "felicidad" en el preciso momento de cruzar la meta, si no que la tenía que encontrar en cada etapa del camino. Y si pude lograr este objetivo fue gracias a la "gente" que me rodea, Por eso y por que me apetece un montón ahí van mis agradecimientos:
A mi padre y hermanas por su apoyo.
A mis Saltabalates, por sus ánimos.
A Luis, por sabernos dar el empujón necesario para embarcarnos en esta aventura.
A mis Saltabalates, por sus ánimos.
A Luis, por sabernos dar el empujón necesario para embarcarnos en esta aventura.
A mi Chato, por no perder el espiritu en este, su anno horribilis; recuerda tronco, que "la derrota de esta tarde es el triunfo del mañana".
A mi hijo Álvaro, por su perseverancia y como no, por su paciencia en la piscina sabiendo aguantar mis interminables series de 200. Vaya temporada que llevas, ojalá pase pronto y las lesiones sean un vago recuerdo, y aunque no sea así, no olvides "que el dolor educa al hombre y lo hace más fuerte".
A mi hija Elena, por ser el ser más dulce que existe en mi vida.
A Paloma, mi compañera, por estar donde solo ella sabe estar.
A Paloma, mi compañera, por estar donde solo ella sabe estar.
