SUERTE MUCHACHOS...

Ya estamos ahí, ya olemos las calles de Chamonix, hasta nuestros oidos llega esa musiquilla que tanto nos pone, nuestras piernas duelen donde nunca antes habían dolido, por nuestros estómagos corre vertiginosamente un "duendecillo" cabrón que nos enseña a la cara todos nuestros miedos.
Por fin estamos tan cerca de nuestra meta que hasta podemos tocarla, ya no nos basta con soñarla, nos hemos preparado a "muerte", hemos corrido, andado y nadado como animales, todo para estar donde queriamos y como queriamos. Hemos sufrido y hemos reido, hemos vuelto a sufrir y nos hemos vuelto a reir. Somos saltabalates.

No hemos tenido una preparación fácil, las lesiones y la mala suerte nos han perseguido como nunca, cebandodose con nosotros, y con nuestra gente; por cierto, que GENTE tenemos, ahí si que nos sobra suerte para regalar, nos han apoyado con su aliento y su sonrisa cuando más los hemos necesitado, incluso cuando menos los hemos merecido, lo dicho, unos  PRIVILEGIADOS.

Ahora ya no hay excusas, ya no nos queda sitio para el miedo. Vamos a salir y lo vamos a dar todo, no sabemos hacerlo de otra manera. Que la SUERTE y la FUERZA nos acompañe...

Están los que llevan amuletos o se hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo y los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo, cuando las piernas le tiemblan.

Están los que siguen nadando cuando se les acabó el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Ellos están convencidos de que la vida es un desafío en si misma.

Sufren pero no se quejan, saben que el dolor pasa,
el sudor se seca, el cansancio se termina…

Saben que hay algo que nunca desaparecerá:
La satisfacción de lograr un sueño.

Sus cuerpos tienen la misma cantidad de músculos.
Por sus venas corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes es su espíritu
y la determinación para alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás.
Sino superándose a uno mismo.

(Anónimo)